Niños Maldiciendo: ¿Qué pueden hacer los padres?

Niños Maldiciendo: ¿Qué pueden hacer los padres?
Niños Maldiciendo: ¿Qué pueden hacer los padres?

Las consecuencias de maldecir

Las consecuencias de maldecir

Tabla de contenido:

Anonim

Culpe a YouTube, a los niños mayores en el patio de la escuela, a las películas PG-13, o incluso a usted mismo, pero en algún momento, su hijo usará una maldición.

¿Y cómo debe manejarlo cuando su hijo de tercer grado o incluso de kindergarten usa tales palabras? Incluso si lo absurdo de una palabra tan profana pronunciada por tu pequeño ángel te hace desear reír, trata de abstenerte, y piensa en tu respuesta.

Luego siga estos pasos para cortar el hábito de jurar de raíz.

1. Responde, no ignores.

Algunos padres piensan que cualquier reacción a una maldición simplemente alentará a su hijo a usarla nuevamente. Pero en lugar de ignorarlo por completo, es importante aprovechar este momento de enseñanza. De lo contrario, ¿cómo puede esperar que su hijo aprenda por qué no es apropiado?

Mantén la calma y dirígete a tu hijo de inmediato. Si le estás hablando a alguien menor de 6 años, mantenlo simple. Explique que es una palabra que nunca usamos, una palabra "mala". También puede expresarlo en términos que entiendan diciendo algo así como: "Es incluso peor que 'estúpido'" u otra palabra que no sea bienvenida en su casa.

Si se trata de un niño mayor que usó una palabra de maldición, otra vez, diríjala de inmediato. Pero dado que los niños más grandes pueden comprender conceptos más abstractos, comience por preguntarle a su hijo si entienden lo que significa esa palabra. Si no lo hacen, puede explicar de una manera apropiada para su edad que las palabras de maldición son ofensivas y que no son aceptables en su hogar.

Explique que jurar es a veces una forma de expresar emoción, que muchas palabras de maldición lastiman a otras personas, y que hay mejores maneras de mostrar cómo se siente. También puede decirles que las personas responden de manera diferente según el tipo de palabras que usa, y es importante recordarlo a medida que envejecen.

Si su hijo sabe el significado de la maldición que usó, déle la misma explicación de por qué no quiere que use esa palabra y esté preparado para preguntas de seguimiento. El significado de las palabras de maldición, y el poder detrás de ellas, generalmente es parte de una discusión más amplia.

2. Aparecer con diferencias.

Aproveche esta discusión haciendo una lluvia de ideas con su hijo para encontrar nuevas palabras y cosas para decir en lugar de palabras de maldición. Si eres culpable de maldecir a ti mismo a veces, promete que te comprometes a usar la nueva palabra también. ¡Y luego sigue la próxima vez que te cortes el dedo del pie!

Si su hijo arrojó una bomba porque estaba peleando con su hermano, por ejemplo, considérela como una oportunidad para hablar sobre cómo se sentía en ese momento. Juntos, pueden pensar formas más productivas de manejar ese tipo de situación.

3. Se honesto con tu propio idioma

A veces, su hijo (con razón) señalará que le han escuchado a usted o a su padre usar una palabrota. No intentes justificarlo o negarlo.Cuando lo haces, creas un doble estándar para tu hijo.

Simplemente admite que a veces es difícil controlar lo que dices, y también trabajas en tu idioma. Esto también puede hacer que su hijo se sienta más maduro, porque ambos están lidiando con un desafío para adultos.

4. No refuerce positivamente el comportamiento.

Puede ser divertido, pero asegúrese de que su hijo esté fuera del alcance del oído cuando comparte la historia con su padre o sus amigos. Si oyen que todos se ríen cuando les dices lo que dijeron, estás enviando mensajes contradictorios sobre palabras de maldición, y tu hijo puede usarlo nuevamente para obtener una reacción similar.

5. Se consistente.

Tenga en cuenta la idea del mensaje mixto cuando tiene invitados en su casa. Si alguien tiene el hábito de insultar durante una visita a su casa, sáquelo para explicarle que tiene una regla de palabras sin maldición en casa.

Si está viendo televisión o una película con un lenguaje colorido, no suponga que su hijo está demasiado ocupado con sus crayones como para darse cuenta. ¡El dicho "los pequeños lanzadores tienen orejas grandes" es muy preciso!

6. Sigue con las consecuencias.

Si su hijo continúa usando palabras de maldición, tendrá que ser un poco más firme.

Con un niño mayor, explíquele que habrá consecuencias cada vez que juran y tenga claro lo que pueden esperar. Luego asegúrate de seguir todo el tiempo. Para un niño de 3 o 4 años, quédate con recordatorios suaves pero firmes sobre no usar malas palabras.

The Takeaway

Recuerde, cada niño va a jurar en algún momento. Es su trabajo guiarlos de la manera que más lo necesitan. Su objetivo debe ser establecer límites apropiados, ayudarlos a expresar sus sentimientos y aprender a presentarse de la mejor manera posible.