¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis C y que la provoca?
Tabla de contenido:
- Cómo se propaga la hepatitis C
- En la mayoría de los casos, no hay señales de advertencia temprana. La mayoría de las personas están libres de síntomas y no se dan cuenta de la infección por mucho tiempo. Otros experimentan síntomas leves, como fatiga y pérdida del apetito, que desaparecen por sí solos. Alrededor del 15 al 20 por ciento de las personas infectadas con hepatitis C lo combaten sin tratamiento y no sufren daños a largo plazo en su salud.
- La mayoría de las personas que han sido infectadas pasarán a la fase crónica. Sin embargo, incluso en la fase crónica, puede tomar años para que aparezcan los síntomas. La progresión comienza con la inflamación del hígado, seguida de la muerte de las células hepáticas. Esto causa cicatrización y endurecimiento (cirrosis) del tejido hepático.
- Cuando el tejido cicatrizal permanente reemplaza a las células sanas del hígado, se llama cirrosis. El hígado se cicatriza tanto que ya no puede curarse a sí mismo. Esto puede causar una variedad de problemas de salud, incluida la acumulación de líquido en el abdomen y el sangrado de las venas en el esófago. Cuando el hígado no filtra las toxinas, pueden acumularse en el torrente sanguíneo y dañar la función cerebral.Algunas personas con cirrosis hepática desarrollarán cáncer de hígado. Este riesgo es mayor en personas que beben cantidades excesivas de alcohol.
- La hepatitis C crónica puede causar consecuencias graves a largo plazo para la salud, como insuficiencia hepática, cáncer de hígado y la muerte. La hepatitis C en etapa terminal ocurre cuando el hígado está gravemente dañado y ya no puede funcionar adecuadamente.
- Debido a que el alcohol se procesa en el hígado, el consumo excesivo de alcohol puede acelerar el daño hepático. El daño progresa más rápido en personas que también son VIH-positivas.
La hepatitis C es una infección que conduce a la inflamación del hígado. Los síntomas pueden ser leves durante muchos años, incluso cuando se está produciendo daño hepático. La mayoría de las personas infectadas terminan con hepatitis crónica que puede durar toda la vida. Las consecuencias de una infección a largo plazo incluyen daño hepático, cáncer de hígado e incluso la muerte.
Sigue leyendo para saber cómo se propaga la infección y cómo progresa.
Cómo se propaga la hepatitis C
Puede contraer la hepatitis C a través del contacto con la sangre de una persona infectada. Usted está en riesgo de contraer el virus si:
- comparte agujas infectadas
- entra en contacto regular con sangre
- ha tenido diálisis renal a largo plazo
- tiene relaciones sexuales sin protección con una persona infectada > Las madres infectadas también pueden transmitir el virus a sus hijos durante el parto, pero no durante la lactancia.
En la mayoría de los casos, no hay señales de advertencia temprana. La mayoría de las personas están libres de síntomas y no se dan cuenta de la infección por mucho tiempo. Otros experimentan síntomas leves, como fatiga y pérdida del apetito, que desaparecen por sí solos. Alrededor del 15 al 20 por ciento de las personas infectadas con hepatitis C lo combaten sin tratamiento y no sufren daños a largo plazo en su salud.
Fase aguda
Fase crónica
La mayoría de las personas que han sido infectadas pasarán a la fase crónica. Sin embargo, incluso en la fase crónica, puede tomar años para que aparezcan los síntomas. La progresión comienza con la inflamación del hígado, seguida de la muerte de las células hepáticas. Esto causa cicatrización y endurecimiento (cirrosis) del tejido hepático.
Alrededor del 20 por ciento de las personas con hepatitis C crónica experimentarán un daño gradual en el hígado durante un período de años, y desarrollarán cirrosis hepática en 15 a 20 años.
Cirrosis del hígado
Cuando el tejido cicatrizal permanente reemplaza a las células sanas del hígado, se llama cirrosis. El hígado se cicatriza tanto que ya no puede curarse a sí mismo. Esto puede causar una variedad de problemas de salud, incluida la acumulación de líquido en el abdomen y el sangrado de las venas en el esófago. Cuando el hígado no filtra las toxinas, pueden acumularse en el torrente sanguíneo y dañar la función cerebral.Algunas personas con cirrosis hepática desarrollarán cáncer de hígado. Este riesgo es mayor en personas que beben cantidades excesivas de alcohol.
Etapa final
La hepatitis C crónica puede causar consecuencias graves a largo plazo para la salud, como insuficiencia hepática, cáncer de hígado y la muerte. La hepatitis C en etapa terminal ocurre cuando el hígado está gravemente dañado y ya no puede funcionar adecuadamente.
Los síntomas pueden incluir fatiga, ictericia, náuseas, pérdida de apetito, hinchazón abdominal y pensamiento confuso. Las personas con cirrosis también pueden experimentar hemorragias en el esófago, así como daños en el cerebro y el sistema nervioso.
Un trasplante de hígado es el único tratamiento para la enfermedad hepática en etapa terminal. La mayoría de los pacientes trasplantados viven en los últimos cinco años, pero desafortunadamente la hepatitis C casi siempre regresa en estos pacientes.
Factores que afectan la progresión
Debido a que el alcohol se procesa en el hígado, el consumo excesivo de alcohol puede acelerar el daño hepático. El daño progresa más rápido en personas que también son VIH-positivas.
En personas que también tienen hepatitis B, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de hígado. Cuando se trata de cirrosis, los hombres tienden a progresar más rápido que las mujeres. Además, las personas mayores de 40 años con cirrosis progresan a un ritmo más rápido que las personas más jóvenes.
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